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AMARA E. BLACKWOOD
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AMARA E. BLACKWOOD
AMARA BLACKWOOD
NOMBRE COMPLETO: Amara Evan Blackwood
APODO/S: Mar, Dra. Miller
EDAD: 27 años aparentes y reales
RAZA: Vampiro
BANDO: Mal
OCUPACIÓN: Doctora
NACIONALIDAD: Norteamericana
ESTADO CIVIL: Casada
O. SEXUAL: Heterosexual
APODO/S: Mar, Dra. Miller
EDAD: 27 años aparentes y reales
RAZA: Vampiro
BANDO: Mal
OCUPACIÓN: Doctora
NACIONALIDAD: Norteamericana
ESTADO CIVIL: Casada
O. SEXUAL: Heterosexual
PODERES: ---
OTROS DATOS:
• Tiene un tatuaje en la nuca con el nombre de su hijo, al que llevará por siempre marcado en la piel.
• Pertenece al bando del mal para sobrevivir, porque básicamente la han arrastrado a él.
• Cree que tanto su hijo como su marido están muertos, porque el vampiro que la protege la mantiene engañada y alejada de ellos para no perderla.
OTROS DATOS:
• Tiene un tatuaje en la nuca con el nombre de su hijo, al que llevará por siempre marcado en la piel.
• Pertenece al bando del mal para sobrevivir, porque básicamente la han arrastrado a él.
• Cree que tanto su hijo como su marido están muertos, porque el vampiro que la protege la mantiene engañada y alejada de ellos para no perderla.
HISTORIA Y/O PERSONALIDAD:
Amara no tiene una historia familiar que se salga mucho de los estándares, aunque de sus raíces no sabe prácticamente nada. Su padre y su madrastra eran trabajadores de clase media, por lo que en casa ni abundancia ni escasez. Su madre biológica, según informaciones de su padre, murió al darla a luz, pero nunca vio una foto suya, ni tuvo oportunidad de preguntar por ella porque siempre solía evadir el tema. Amara era una niña normal y corriente, trabajadora, enérgica, de buenas notas y sin problemas sociales en el colegio. Todo siguió yendo así de bien hasta que creció y llegó la época rebelde del instituto, aunque afortunadamente en ella no se acentuó mucho. De hecho, los que tuvieron problemas fueron sus padres. Amara descubrió, una buena mañana que consideró oportuno saltarse las clases, que su padre estaba en casa con una mujer que no era la suya, y no era ninguna visita puntual o alguna chica que viniese a vender un seguro, no, porque estaban haciendo de todo menos hablar. Amara tenía entonces diecisiete años y no dijo nada a su madrastra porque, simplemente, no sabía cómo hacerlo. La situación se alargó e intentó creer en aquello de "ojos que no ven, corazón que no siente", pero al final la culpabilidad acabó reconcomiéndola por dentro y una de las veces que volvía a casa del instituto, se lo contó. Obviamente hubo una gran discusión, una madrastra yéndose de casa (y semanas más tarde firmando unos papeles de divorcio), y un padre que decidió que lo más racional sería cabrearse con su hija y darle un trato de silencio. Desde entonces, como era de esperar, la relación con él cambió drásticamente. Pero Amara se refugió en la universidad y en sus amigos, consiguió no venirse abajo, o al menos no del todo. Fue por ese entonces cuando Caden Blackwood entró en su vida para cambiarla por completo. Lo suyo fue amor a primera vista, y a los pocos meses de conocerse, se casaban en la más estricta intimidad. Sabía manejar perfectamente su situación actual, estudiando para terminar su carrera y trabajando como becaria en el hospital para llevar algo de dinero a casa. Pero el destino todavía le tenía preparada una sorpresa, se quedó embarazada. Ese niño fue la guinda de su felicidad. Dejó atrás el dolor de su pasado y se juró a sí misma que su hijo no pasaría por lo que ella había pasado. Se entregó por completo a ellos, los dos hombres de su vida, ignorando que el dolor estaba a la vuelta de la esquina. Una noche, un vampiro entró en su casa y la atacó. Antes de que la mordiese hasta desangrarla, Amara se llenó de valor por su pequeño y mordió el brazo de ese monstruo, bebiendo algo de su sangre. Fue por eso que, tras su muerte, despertó de su corto letargo convertida en una criatura de la noche sedienta de sangre. Ver su casa vacía, sin su marido y su hijo, la llevó a convertirse con la esperanza de encontrarles. Pero tras unos años vagando sin rumbo, un vampiro la encontró y la protegió de ese mundo del que no sabía defenderse todavía. Le comió la cabeza metiéndole ideas negativas que la arrastraron al bando del mal y la entrenó a su imagen y semejanza, aunque en su interior todavía quedan resquicios de la Amara humana que solía ser, por eso no ha dejado su trabajo como Doctora. Salvar vidas siendo quién es no casa demasiado, pero dice mucho de ella. Dejó de buscar a Caden y a su hijo cuando ese vampiro le confirmó a base de mentiras que ambos habían muerto aquella noche a manos del vampiro que la convirtió, y que él, por el amor que le profesa, la mató para que su venganza culminase. Como es lo único que tiene, no duda de su palabra y está empezando a vivir alejada de sus recuerdos, aunque no es consciente de que muy pronto volverán a ella.
Amara no tiene una historia familiar que se salga mucho de los estándares, aunque de sus raíces no sabe prácticamente nada. Su padre y su madrastra eran trabajadores de clase media, por lo que en casa ni abundancia ni escasez. Su madre biológica, según informaciones de su padre, murió al darla a luz, pero nunca vio una foto suya, ni tuvo oportunidad de preguntar por ella porque siempre solía evadir el tema. Amara era una niña normal y corriente, trabajadora, enérgica, de buenas notas y sin problemas sociales en el colegio. Todo siguió yendo así de bien hasta que creció y llegó la época rebelde del instituto, aunque afortunadamente en ella no se acentuó mucho. De hecho, los que tuvieron problemas fueron sus padres. Amara descubrió, una buena mañana que consideró oportuno saltarse las clases, que su padre estaba en casa con una mujer que no era la suya, y no era ninguna visita puntual o alguna chica que viniese a vender un seguro, no, porque estaban haciendo de todo menos hablar. Amara tenía entonces diecisiete años y no dijo nada a su madrastra porque, simplemente, no sabía cómo hacerlo. La situación se alargó e intentó creer en aquello de "ojos que no ven, corazón que no siente", pero al final la culpabilidad acabó reconcomiéndola por dentro y una de las veces que volvía a casa del instituto, se lo contó. Obviamente hubo una gran discusión, una madrastra yéndose de casa (y semanas más tarde firmando unos papeles de divorcio), y un padre que decidió que lo más racional sería cabrearse con su hija y darle un trato de silencio. Desde entonces, como era de esperar, la relación con él cambió drásticamente. Pero Amara se refugió en la universidad y en sus amigos, consiguió no venirse abajo, o al menos no del todo. Fue por ese entonces cuando Caden Blackwood entró en su vida para cambiarla por completo. Lo suyo fue amor a primera vista, y a los pocos meses de conocerse, se casaban en la más estricta intimidad. Sabía manejar perfectamente su situación actual, estudiando para terminar su carrera y trabajando como becaria en el hospital para llevar algo de dinero a casa. Pero el destino todavía le tenía preparada una sorpresa, se quedó embarazada. Ese niño fue la guinda de su felicidad. Dejó atrás el dolor de su pasado y se juró a sí misma que su hijo no pasaría por lo que ella había pasado. Se entregó por completo a ellos, los dos hombres de su vida, ignorando que el dolor estaba a la vuelta de la esquina. Una noche, un vampiro entró en su casa y la atacó. Antes de que la mordiese hasta desangrarla, Amara se llenó de valor por su pequeño y mordió el brazo de ese monstruo, bebiendo algo de su sangre. Fue por eso que, tras su muerte, despertó de su corto letargo convertida en una criatura de la noche sedienta de sangre. Ver su casa vacía, sin su marido y su hijo, la llevó a convertirse con la esperanza de encontrarles. Pero tras unos años vagando sin rumbo, un vampiro la encontró y la protegió de ese mundo del que no sabía defenderse todavía. Le comió la cabeza metiéndole ideas negativas que la arrastraron al bando del mal y la entrenó a su imagen y semejanza, aunque en su interior todavía quedan resquicios de la Amara humana que solía ser, por eso no ha dejado su trabajo como Doctora. Salvar vidas siendo quién es no casa demasiado, pero dice mucho de ella. Dejó de buscar a Caden y a su hijo cuando ese vampiro le confirmó a base de mentiras que ambos habían muerto aquella noche a manos del vampiro que la convirtió, y que él, por el amor que le profesa, la mató para que su venganza culminase. Como es lo único que tiene, no duda de su palabra y está empezando a vivir alejada de sus recuerdos, aunque no es consciente de que muy pronto volverán a ella.
PB: LIBRE
Usuario: LIBRE
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