E. SHAE GRIMALDI

Shae Grimaldi

NOMBRE COMPLETO: Eleonora Shae Grimaldi
APODO/S: Shae
EDAD: Aparenta 23 años, realmente tiene 215.
RAZA:  Vampiro.
BANDO: Neutral.
OCUPACIÓN: Estudiante de Bellas Artes.
NACIONALIDAD: Italiana.
ESTADO CIVIL: Soltera.
O. SEXUAL: Bisexual.

PODERES: SOLAMENTE APLICA PARA HUMANOS CON PODERES, BRUJOS Y DEMONIOS.
OTROS DATOS:
x Tiene una habitación en su apartamento, cerrada con llave, plagada de recortes de periódicos que anuncian grandes cambios en la historia mundial, fotografías de todos los lugares del mundo donde ha estado, y cientos de diarios que recogen sus pensamientos a lo largo de los siglos.
x Goza de una cultura universial que ha ido aprendiendo a lo largo de los años, aunque su especialidad es el arte. Ha cursado la carrera de Bellas Artes en casi todas las universidades del mundo - cambiando su identidad- simplemente por diversión.
x Tuvo una intensa relación con un chico, incluso llego a confesarle su gran secreto, pero se volvió muy obsesivo y cuando ella le dijo que ya no queria seguir con él las cosas empeoraron. La amenazó con confesar su autentica identidad si se alejaba de el, Shae no tuvo más remedio que acabar con su vida. Desde entonces se ha vuelto mucho más distante con los humanos de lo que ya era antes del accidente.
x Tiene una obra inédita de Leonardo Da Vinci, junto a otros cuadros de otros autores de similar valor, ocultas en su caja fuerte.
x Adora a los animales, en particular a los gatos. Tiene tres callejeros, que van y vienen según les place.

HISTORIA Y/O PERSONALIDAD:
Los Grimaldi fueron una familia mas o menos bien acomodada, gracias a su cercana situación a la corte italiana. Leonardo, el padre de Shae, era un excéntrico pintor de origen francés que viajo a Italia por amor y se dejo la piel en ocupar un prestigioso lugar entre los artistas de la región. Por otro lado, Margarita, la madre de Shae, era una bonita campesina nacida en la Toscana sin mucho que ofrecer. Un día sirvió de musa para un retrato de Leonardo y aunque muchos eran los que la cortejaban, noches tras noche, ella cayó rendida a los encantos del pintor francés. Pocas lunas después de comprometerse concibieron a Shae, quien nació en una calurosa y estrellada noche de verano.
Shae siempre fue una niña muy inquieta, sometía todo a su intelecto, deseosa de comprender el mundo que la rodeaba. Y si, por algún casual, algo se le iba de las manos, su cara de ángel hacía imposible que los demás descargaran su ira contra ella.  Pero vivir rodeada de atenciones supuso un problema cuando la realidad cayó como un cubo de agua fría. Su madre fue violada y asesinada en un callejón por unos desconocidos cuando Shae solo tenía doce años. Desde entonces su padre no volvió a ser el mismo de siempre, sus pinturas se volvieron oscuras, tenebrosas, y nadie quería comprarlas. Los Grimaldi pasaron de ser una de las familias mas prometedoras del momento a unos parias, algo que, sumado a la muerte del amor de su vida, Leonardo no pudo soportar. El gran artista decidió poner fin a su vida con una simple nota de despedida hacia su única hija, la cual todavía guarda.
Para entonces Shae, que hasta entonces era conocida por todos como Ginevra, tenía dieciséis años y un futuro oscuro por delante. Se paso varios meses vagando por las calles, mendigando por un mendrugo de pan, hasta que un tabernero se compadeció de ella y la permitió trabajar para él como camarera en una humilde taberna situada en las costas italanas. Allí se dedico a escuchar las apasionantes historias de todo aquel viajero que llegaba, incluso perdió la virginidad con uno de ellos. Era un comerciante español, de alta cuna según él, y aunque fue un encuentro breve Shae guarda buenos recuerdos de aquella primera experiencia apasionada. Tal vez por lo bueno de la primera experiencia Shae decidió que estaba cansada de que sus delicadas manos olieran a pescado y acudió al burdel mas sofisticado de la región en busca de nuevos horizontes. Fue aceptada tras una sensual prueba con la madame y no tardo mucho en convertirse en una de las chicas más solicitadas del burdel. Uno de sus clientes más fieles resulto ser un joven pintor, muy hábil con las manos y la lengua, que termino por convertirse en su primer amor. Pese a que su trabajo no le disgustaba, Shae se retiro para vivir con él a los veintitrés años. Tuvieron un profundo e intenso romance, hasta que él le confeso su autentica naturaleza. Pese a que lo habitual ante una realidad tan excéntrica sería asustarse, Shae ha demostrado a lo largo de los años que no se deja asustar por cualquier cosa e incluso le fascino la idea de convertirse en un ser nocturno.
A lo largo de estos siglos la pequeña Grimaldi se ha dedicado a viajar, aprender y experimentar. Actualmente, si la ves por la calle, te fascinará el brillo de sus ojos y los destellos de su cabello azabache, pese a estar a altas horas de la madrugada. Te preguntarás que esconde su mirada cargada de misterio, e incluso odiaras esa expresión permanente en su rostro de conocer un secreto que solo ella sabe.
Oh, querido, te aseguro que hay cosas que es mejor dejar a la imaginación.

PB: LIBRE

Usuario: LIBRE