S. MARGIE KOVALOV

MARGIE KOVALOV

  NOMBRE COMPLETO: Sophia Margrit Kovalov
  APODO/S: Margie, perra ególatra (éste por quienes no la quieren mucho)
  EDAD: 23 años (aparentes), 300 años (reales)
  RAZA: Vampiro
  BANDO: Mal
  OCUPACIÓN: Actriz
  NACIONALIDAD: Húngara
  ESTADO CIVIL: Soltera
  O. SEXUAL: Bisexual
 

PODERES: ----
  OTROS DATOS:
  ¿Su cena favorita? Los morenos, o morenas. Tiene una predilección por lo exótico: el sabor de ciertas razas orientales, árabes, africanas o sudamericanas son un verdadero manjar para ella. Si son actores, es un condimento más para un buen banquete (y así, de paso, quita a unos cuantos de la competencia). Prepara el plato con una buena sesión de sexo, cuando está al dente (literalmente) ocurre el éxtasis de la mordedura, y el postre consiste en la destrucción parcial o total del cuerpo, según cómo esté de ánimo.

  Ha amado pocas veces en su larga vida. Ninguna lo suficientemente importante para mencionarla.

 Puede salir a la luz del sol gracias a un brazalete hechizado que le arrebató a una bruja después de asesinarla. Es una cadenilla de oro delgada que si se sale de su cuerpo, la volverá cenizas en segundos.

 Su modus operandi consiste en asumir distintas identidades (o personajes, en sí) a través de los tiempos, en pos de lograr la fama máxima en las tablas y luego, desaparecer. Gracias a esto han aparecido numerosas teorías conspirativas en torno a ello, como desaparición forzada, asesinatos pasionales o políticos, ejecución por espionaje, etc.

  Entre todos los conocimientos corporales que ha aprendido, se encuentran la Esgrima, la lucha hindú Kalaripayattu y el Tai Chi, que además de servirle como entrenamiento actoral, son muy útiles a la hora de tener que defenderse o atacar a posibles amenazas de cazadores, licántropos u otros que quieran acabar con ella pues, sumando su fuerza y velocidad sobrehumanas, hacen una combinación mortal.

  Habla casi todos los idiomas y dialectos de Europa (desde latín antiguo hasta irlandés, pasando por el inglés, francés, alemán, español, italiano, etc.), un poco de hindi, chino, japonés y arábigo.
 

HISTORIA Y/O PERSONALIDAD:
  Sophia nació en el año 1715, en Hungría. Su padre, herrero de profesión y el único del pueblo en el que vivían, había perdido a su esposa, y madre de su hija, luego de un asalto por parte de unos ladrones a su hogar, que resultó en el asesinato y violación de la progenitora, y la amputación forzada de la mano derecha de él. Su hija, inteligentemente escondida por su padre en el techo, salió ilesa pero con un gran trauma del cual nunca se recuperó.

Intentando sobreponerse a la tragedia, se mudaron a una ciudadela vecina, esperando armar una nueva vida lejos del tormentoso recuerdo. Sin embargo, sólo los esperaba ahí la pobreza, el hambre y la decadencia. La desgracia inclinó al patriarca al alcohol, la necesidad llevó a la hija a la prostitución; ésa fue la adolescencia de Sophia. Todo esto hasta que descubrió, de casualidad, el teatro. El arte de ser otro, de contar historias, de montar hazañas y fábulas míticas e increíbles, comenzó a absorberla poco a poco, participando en pequeñas compañías itinerantes rurales, obras populares, callejeras, hasta pasar las fronteras (abandonando a quien le dio vida) deambulando por tierras como Alemania, Italia, o Francia, hasta llegar a España. Ahí formó parte de un grupo de actores nómadas de distintas nacionalidades, de escasos recursos, con permisos legales para representar muy acotados y considerados por las altas castas como escorias humanas, que trabajaron representando de villa en villa sorteando todo desafío que se les presentaba.

Haciendo enojar a un conde tirano con una de las obras cómicas (en la que él creyó que se burlaban de él), los condenó a todos a la horca. Esperando, aprisionada, su muerte, rogó, rogó y rogó por algo que la pudiese salvar; sin embargo no fue el espíritu santo el que apareció, sino una fuerza antigua, poderosa y oscura, disfrazada de un hombre mayor, encarcelado junto a ella, que la tentó ofreciéndole la salvación, vida eterna y fama por el resto de los tiempos. Era un vampiro al borde de la muerte, encarcelado tras ser acusado a las autoridades por un brujo, quien además lo maldijo quitándole todas sus fuerzas. Nunca supo por qué al vampiro le interesó convertirla, no le dio las razones, simplemente el ofrecimiento. Ella, sin pensarlo dos veces (en parte por la influencia sobrenatural que ejerció el vampiro) aceptó. Así fue como murió todo indicio de humanidad en su cuerpo, y pasó a ser inmortal.

Fue así como escapó y destruyó el poblado en el que se encontraba asesinando, por su hambre voraz, a casi todos, y se dedicó a recorrer el viejo continente sembrando el terror. Pero además, volvió a su antiguo oficio, la actuación, y de esa manera vivió la evolución del arte escénico hasta hoy en día, en paralelo a atormentar constantemente a los seres humanos. En el Neoclásico fue una de las primeras mujeres permitidas en entrar a compañías profesionales; en el siglo XIX fue conocida como La Kovalov, la diva húngara que conmovía y enamoraba a su masivo público; en los inicios del siglo XX participó junto a los grandes directores europeos en los radicales cambios del teatro moderno; en los 40’s y 50’s aportó a la conformación de las últimas vanguardias escénicas; en la segunda mitad de aquel siglo fue una reconocida estrella de musicales que impresionó a Norteamérica; hoy en día, con una nueva “identidad”, Margie -diminutivo de su segundo nombre, Margrit-, se desempeña como primera actriz de la compañía más importante de San Francisco, actuando a veces en largometrajes (aunque prefiere más las tablas), o pasando temporadas en Broadway.
 

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